Voy a empezar este artículo haciendo una confesión: no he visto ‘El libro de Boba Fett’. Soy fan casual de ‘Star Wars’, es decir, he visto todas las películas, algunas varias veces, pero no sé lo que es el “universo expandido”, no tengo merchandising carísimo en casa ni he indagado en las series de animación (aunque sé que algunas de ellas tienen muy buenas críticas). Y aunque he disfrutado muchísimo las dos temporadas de ‘The Mandalorian’, no tenía demasiado interés en una serie que parecía ser… un poco lo mismo pero peor. Las críticas, entre regulares y bastante negativas, no ayudaron; tampoco que muchos fans galácticos redomados despotricaran de ella y admitieran verla solo por completismo.
Lo fui dejando pasar, dedicando a otras series y películas más apetecibles el poco tiempo que tengo como persona obrera que tiene que pagar un alquiler y comprar comida. Y de repente un día me escribe un amigo: “Tienes que ver el episodio de Boba Fett de esta semana. No preguntes. Tienes que verlo”. Era el sexto capítulo de la miniserie, que ya está al completo en Disney+, un episodio protagonizado por Din Djarin, alias Mando, y en el que aparecían personajes tan importantes para la saga como Luke Skywalker, Grogu, alias Baby Yoda, y Ahsoka.
Era básicamente un nuevo episodio de ‘The Mandalorian’ lleno de cameos y referencias, plantados para premiar al espectador que ha estado ahí en las duras y en las maduras. No solo eso: también era una entrega más en la historia de dos personajes por los que he desarrollado un interés y una conexión, Mando y Baby Yoda, y a los que volveré a ver en la tercera temporada de su propia serie. ¿Cómo no voy a ver ‘El libro de Boba Fett’, si tiene información clave de una historia que quiero seguir?
Esa es la jaula de las franquicias en la que Disney nos tiene atrapados. Lucasfilm está desarrollando nuevos títulos para Disney+ como ‘Obi-Wan Kenobi’, que se estrenará el 25 de mayo; ‘Andor’, protagonizada por el personaje que interpretaba Diego Luna en ‘Rogue One: Una historia de Star Wars’; ‘Ahsoka’; ‘The Acolyte’, serie centrada en personajes femeninos ambientada en la era tardía de la Antigua República; o ‘Lando’, sobre el mítico personaje al que han dado vida Billy Dee Williams y Donald Glover. Y eso sin contar las producciones animadas. La estrategia es clara: si eres un verdadero fan de ‘Star Wars’ verás no solo todas estas series, sino también las películas que preparan, como una dirigida por Patty Jenkins y otra producida por Kevin Feige.
Lo que nos lleva al Universo Cinematográfico Marvel, el rey de las megafranquicias. Hace un tiempo seguir sus películas era una tarea fácil, cómoda y sencilla: ibas al cine cada vez que se estrenaba una, cada ciertos meses. Y tampoco pasaba nada si te saltabas alguna por las razones que fueran, como ‘Thor: El mundo oscuro’ o ‘Ant-Man’, repito, por las razones que fueran. También había series, como ‘Agentes de SHIELD’ o los títulos de Marvel en Netflix (‘Daredevil’ y compañía), pero estaban conectadas con las películas más de boquilla que otra cosa: no había grandes crossovers y los hechos de las series no influían en sus hermanas mayores (sí al revés, aunque de pasada y más como guiños o comentarios jocosos).
Qué tiempos aquellos. Con la llegada de Disney+ y la unificación de las producciones audiovisuales en Marvel Studios al mando de Kevin Feige, el UCM ahora es absolutamente transmedia y las películas y series tienen el mismo peso por igual. Ya lo avisó el productor en 2019 en una entrevista con Bloomberg: “Si quieres entender todo lo que pasará en las futuras películas de Marvel, probablemente necesitarás una suscripción a Disney+, porque eventos de las nuevas series tendrán peso en próximas películas como ‘Doctor Strange en el Multiverso de la Locura’”.
Y así ha sido: ‘Bruja Escarlata y Visión’ (uno de los títulos más interesantes y originales del UCM, por otra parte) y ‘Loki’ son dos series que habrá que tener vistas para no perderse viendo la secuela de Doctor Strange, co-protagonizada por Benedict Cumberbatch y Elizabeth Olsen. ‘Falcon y el Soldado de Invierno’ ha dado pie a una nueva película de Capitán América en desarrollo, esta vez encarnado por Anthony Mackie como Sam Wilson, que ha heredado el escudo del capi y deja atrás su etapa como Falcon.Tampoco he visto ‘Ojo de halcón’, por falta de interés en el personaje de Jeremy Renner y cierta alergia a las películas navideñas, pero está bastante claro que Kate Bishop (Hailee Steinfeld), a la que no conozco, tendrá mucho peso en la saga a partir de ahora.
Como lo tendrá también Ms. Marvel, que después de protagonizar su propia serie en Disney+ este año se juntará en la película ‘The Marvels’ junto a Capitana Marvel y Monica Rambeau, a la que conocimos en ‘Bruja Escarlata y Visión’. Feige está tejiendo una telaraña de personajes que te obliga a estar al tanto de todas las series y películas, te gusten o no, te interesen o no, y no son pocas las que están preparando: ‘Caballero Luna’, ‘She-Hulk’, ‘Secret Invasion’, ‘Ironheart’, ‘Armor Wars’, una serie centrada en Wakanda, un spin-off de Agatha Harkness…
Mire, señor Feige: tengo una vida. Y después de aburrirme hasta la extenuación con ‘Falcon y el Soldado de Invierno’, y con una sobreabundancia de producciones audiovisuales entre las que elegir, he decidido que no puedo vivirla dentro del Universo Marvel.Soy consciente de que no es necesario ver absolutamente todo del UCM o de ‘Star Wars’ para disfrutar e incluso entender sus títulos por separado, pero hasta hace pocos años consumía estas franquicias con un afán completista y algo de TOC. Tenía que ver todo lo que se estrenara y en el orden adecuado. Y la verdad es que ni siquiera hay un orden adecuado para ver la saga galáctica: las listas dependerán de qué fan las hace, porque de momento no hay un consenso real entre verla en orden cronológico, de estreno, atendiendo a la saga Skywalker… En fin, un lío.
Ha llegado el momento de relajarme y dejarme llevar, y sobre todo ser consciente de una cosa: la jaula de las franquicias es una estrategia comercial que Disney ha diseñado para darle a su plataforma de streaming un valor añadido. Este chorreo de títulos interconectados convierte a Disney+ en un servicio supuestamente imprescindible del que nunca puedes llegar a darte de baja. Otras plataformas tienen otras estrategias para mantener al espectador pagando la cuota religiosamente. Netflix apuesta por la cantidad (más y más series y películas, de cuanta mayor duración mejor, incluso en detrimento de la calidad) y Prime Video… ¿alguien sabe por qué apuesta Prime Video?
En un panorama del consumo audiovisual cada vez más fragmentado, todo hijo de vecino en Hollywood quiere su propia franquicia. DC lleva años intentando emular la estrategia de Marvel y aunque ha tenido resultados irregulares, ahí está ‘El pacificador’, spin-off de ‘El Escuadrón Suicida’ en HBO Max, y a ‘The Batman’ le seguirá una serie precuela llamada ‘Gotham PD’ y otra secuela centrada en el Pingüino de Colin Farrell. También lo sigue intentando AMC con ‘The Walking Dead’ y todos sus spin-offs y películas en desarrollo, y en The CW han tenido éxito durante años con el Arrowverso. La taquillera ‘Godzilla vs. Kong’ era el crossover resultado de dos películas anteriores, y Zack Snyder está expandiendo ‘Ejército de los muertos’ en Netflix y ya prepara su propia ‘Star Wars’ en la plataforma, ‘Rebel Moon’, que tiene la aspiración de dar pie a otro universo cinematográfico.
No todos conseguirán salir adelante ni enganchar al público. En el recuerdo cercano tenemos ejemplos como el ‘Dark Universe’, entre la parodia y el caso de estudio. O cosas más delirantes como el plan fracasado de unificar en un mismo universo ‘Infiltrados en clase’ y ‘Men in Black’, los cómics de Valiant a partir de ‘Bloodshot’ o un universo a partir del Rey Arturo (¿?).
Hace unos días leía las palabras de John DiMaggio, la voz original de Bender en ‘Futurama’, que se ha negado a volver a la serie en la nueva resurrección que está llevando a cabo Hulu. El actor ha rechazado la oferta porque considera que no le están pagando lo suficiente ni a él ni a sus compañeros. “Estoy cansado de una industria que se ha convertido en demasiado corporativista y se aprovecha del tiempo y el talento de los artistas”, decía en su explicación publicada en Twitter. En ‘Matrix Resurrections’, Lana Wachowski también se mofa muy ruidosamente de estudios como Warner Bros. y su explotación de las ideas originales del pasado (con o sin las personas que les dieron origen).
A estas alturas, no seguir todas estas sagas a ciegas, no consumir cada secuela que Hollywood regurgita, darle la espalda a las franquicias cuando sentimos que estamos enganchados a ellas por inercia o por obligación, se ha convertido en algo más que una optimización de nuestro tiempo libre. También es nuestro deber como consumidores decirles a los grandes estudios que queremos originalidad.
Este fin de semana se estrenan en cines peliculones como ‘Flee’ o ‘La hija oscura’. No hay que ver nada más que ellas mismas para entenderlas y no van a tener tropecientas secuelas. Qué alivio.
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